¿Te has parado alguna vez a observar las sombras que conviven con nosotros a nuestro alrededor?
Tienen formas curiosas que nos descubren la realidad que las ha producido: la sombra de un árbol, la sombra de una señal de tráfico, la sombra de un gato, pero…, son siempre fiel reflejo de la realidad?
Recuerda aquel refrán que dice: «Oro parece, plata no es!»

…¿y si me pongo estos dos posavasos en la cabeza?….., síi!!, es la sombra de Mickey!

…. yo consigo una torre con papel de lija y cartón….

¡¡¿a que parece una tartaleta?!!, mmm..!



corre!, ponme ese trozo de abanico en la cabeza…, ¡¡¿a que mi sombra es la de una fallera’!!
La semana pasada trabajamos la imaginación en el aula: reflexionamos sobre las sombras y las formas/siluetas que producen creando nuestras propias sombras para engañar al espectador. Tras pensar, observar y transformar hemos dibujado la proyección de las sombras conseguidas. El resultado ha sido una serie de dibujos que cuestionan la veracidad de la imagen como reflejo de la realidad. Hemos practicado la técnica del carboncillo y el difuminado. Espero que os parezcan interesantes!